En 1977 y por iniciativa de Luis Laurino, un apasionado por el cultivo de árboles, y María Isabel López, su esposa y compañera de andanzas, concibieron la idea de crear un Arboreto con especies tanto autóctonas como exóticas en un rincón del norte cordobés. 
   Sorteando heladas, sequías, hormigas y ganado hoy crecen en el lugar más de mil especies. La gran mayoría de los árboles y arbustos del predio fueron generados a partir de semillas de ejemplares elegidos por su porte y belleza, y que fueron recolectadas en distintas partes de la Argentina y del mundo por Isabel y Luis y muchos de sus amigos, familiares y colaboradores con quienes cuenta el fértil proyecto. Y así, con entuciasmo, dedicación y paciencia fue reuniéndose una colección que hoy es única en la provincia.